REFLEXIVA PLÁTICA DE “LA MUERTE EN LOS ANIMALES”

 

Con la sencillez y la cordialidad que le caracterizan, de nueva cuenta, nuestro vecino de esta localidad, el Médico Veterinario Zootecnista, RAMÓN MANÍ MEDRANO, quien es egresado de la Universidad Autónoma de Zacatecas, nos habló de sus experiencias científicas, psicológicas y espirituales, a propósito de la muerte en los animales; lo que nos puso en jaque, de manera emocional, puesto que no hemos reflexionado lo suficiente a propósito de los sentimientos, emociones y el alma que tienen los animales a los que, muchos, por desgracia, maltratan y usan para fines egoístas como las peleas de perros, por citar sólo un ejemplo.

 

Un animalito, sea vaca, gato, perro…tienen alma, tienen sufrimientos, enfermedades y mueren de manera muy semejante al hombre con todas sus circunstancias dolorosas y ansiedades. Ellos necesitan amor, afecto, atención y cuidados, aún y cuando muchos tengan el sabroso destino de ser sacrificados para nuestra sobrevivencia: razón de más para darles una muerte noble.

 

Ramón nos explicó que, en sus experiencias profesionales, ha visto a vacas llorar poco antes de ser ingresadas al matadero, ya que presienten que van a ser sacrificadas, es decir que saben que la muerte está muy cerca y eso, como a los humanos, las desespera y el miedo se ve reflejado en ellas. Incluso ha tenido experiencias que podemos llamar… sobrenaturales, de cachorritos que han muerto y que al parecer siguen teniendo la energía en este planeta a manera de apariciones ante a quienes los amaron.

 

San Francisco de Asís, San Martín de Porres hablaban con los animales y, éstos, según cuenta la leyenda, entendían; lo que significa que están muy cerca de la sensibilidad humana. Y acaso, en muchos ejemplos, sean más nobles que muchos de nosotros, pues los matamos por placer y no por necesidad de alimento.

 

Debemos ser piadosos con los animalitos que nunca buscan perjudicar al hombre, pero que éste, de manera grosera, sí les enseña a ser agresivos con los humanos; ese ya no es problema del perro sino de quienes lo deforman en ese sentido.

 

El público se entusiasmó y fue bastante participativo. Eso aligera los esfuerzos que hacemos para que cada Jueves de Conciencia Bibliotecaria, esté en el ánimo de quienes asisten.

 

 

Desde aquí nuestro reconocimiento agradecido a Ramón, por su interés en beneficiar a nuestro espacio educativo-cultural y darnos, de manera gratuita, su tiempo y su sabiduría de manera muy profesional.