TEXTOS:HECTOR ESQUER QUIÑONEZ
TEXTOS:HECTOR ESQUER QUIÑONEZ
TEXTOS:HECTOR ESQUER QUIÑONEZ
TEXTOS:HECTOR ESQUER QUIÑONEZ
TEXTOS:HECTOR ESQUER QUIÑONEZ
TEXTOS:HECTOR ESQUER QUIÑONEZ
¡LOS MIMOS DE SIEMPRE ESTUVIERON EXITOSOS!
Este 22 de septiembre, en punto de las 18:00 horas, se presentaron en nuestro modesto, pero combativo espacio, de manera gratuita y más allá de la generosidad, la actriz y los actores del Grupo Independiente de Teatro “Los Mimos de Siempre”, donde hicieron las delicias para 40 espectadores, con la obra “La Dama es una Vagabunda,” del dramaturgo Alejandro Licona, y dirigida, muy acertadamente, por Jorge Nieto.
La puesta en escena, por cierto, de manera creativa, cuenta la importante anécdota de un hombre que busca a la mujer “perfecta-ideal” y que, al no encontrarla en la vida real, la imagina y termina por inventarla hasta el obsesivo creerse que existe, viéndose auto-engañado, y socialmente muy cerca de lo que podemos considerar locura que nos aleja del verdadero amor; de la verdadera mujer y/o hombre al que se debe amar como es: con sus defectos y virtudes, con sus posibilidades de cuerpo y pensamiento, y alejados de la mercadotecnia a la que la publicidad nos encuadra para manipularnos como sujetos de consumo, y acostumbrarnos a pensar y sentir que el amor y la pasión sexual, tienen que ver con los es-te-reo-ti-pos que nos imponen, sin valorar a quien verdaderamente nos ama.
Con un lenguaje picaresco, pero centrado en el respeto a los diálogos propuestos, los teatreros manejaron un control bastante profesional en sus caracterizaciones, y eso dio como resultado el divertimento, la sana hilaridad, pero también la reflexión meditativa hacia uno mismo, lo que se tradujo en una tempestad de fuertes aplausos.
El espacio escénico improvisado dentro de la Sala de Lectura, la luz del sol que se filtraba a través de los cristales, la gente que pasaba de manera constante, el sonar –prácticamente ineludible ya- de los teléfonos celulares, no mermó, en ningún momento, la concentración y la expresividad de la actriz y los actores, llegando incluso a improvisar escenas para fortalecer el trabajo teatral.
Con elementos de utilería y vestuario sencillos, supieron conmover y adentrarse en la sensibilidad del público que estuvo atento y divertido durante toda la función.
Actuaron de carne y hueso: Luz Galván, Miguel López y Ricardo García; y en el papel virtual, la mujer que todos terminamos por mirar: Imelda Swassenger.
Reciban de nuevo el agradecimiento de esta biblioteca, a la que privilegiaron con su presencia. Sin duda alguna: un excelente trabajo de Jorge Nieto.