TEXTOS:HECTOR ESQUER QUIÑONEZ
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TEXTOS:HECTOR ESQUER QUIÑONEZ
TEXTOS:HECTOR ESQUER QUIÑONEZ
TEXTOS:HECTOR ESQUER QUIÑONEZ
TEXTOS:HECTOR ESQUER QUIÑONEZ
LA NAVIDAD Y EL LIBRO
Lo siento. No quisiera decir estas cosas, pero es indispensable. Lo que más timidez causa en Navidad, es regalar un libro; y lo que más terror causa a muchos es que les regalen un libro. Pareciera algo jocoso, digno de hilaridad, pero por desgracia no. En la navidad podemos regalar botellas con vino, chocolates, cerveza, joyas… pero no un libro. Y menos si es de características serias y reflexivas. No. regalar un libro en Navidad es casi exponernos a perder a quienes se lo obsequiamos… ¿por qué? Sencillo: como nunca lo va a leer nos sacará la vuelta constantemente por temor a que le preguntemos si ya lo leyó; tiene de dos: o lee nada más la hoja final para decirnos una especie de síntesis mentirosa, o nos sacará la vuelta una y otra vez hasta que se aleje la amistad. Triste situación. Yo conozco a algunos que dicen de manera muy abierta durante los intercambios de regalos: ¡no acepto libros porque no los voy a leer! Es mejor esa frustrante franqueza, pero que no consuela el ánimo de quien esto escribe. Leer debería de ser un acto de inteligencia, de sensibilidad, de crecimiento, de amor por uno mismo y por la sociedad que nos merece y merecemos. Leer debería de ser una necesidad en bien de uno mismo y de los que nos rodean, y no de un síntoma de desagrado. Pero sabemos cuál es la verdad. Y la triste verdad es que el pueblo mexicano tiene índices de lectura muy pobres. Ello se debe a que no se comprende que la lectura es una habilidad intelectiva que no sólo tiene que ver con el libro de papel o electrónico, sino con todo lo que nos rodea, puesto que se puede leer un árbol, una piedra, el cielo, el mar, el universo, nos podemos leer a nosotros mismos, a los que nos rodean: lectura y conocimiento van de la mano. Lo que los científicos hacen es leer una parte de la realidad; experimentar es leer, pensar es leer, sentir es leer; pero…esta es nuestra ciudadanía…pobre en sus lecturas y bueno para vivir… ¿vivir?, una cuestionable forma de lo que entienden por diversión. La gente confunde diversión con lo vano, cuando leer también es divertido, tanto como sentarse alrededor de una mesa de cantina y degustar una sabrosa botana al fuego de una inteligente y refrescante conversación.
Y sin embargo…los libros se mueven y nos mueven, y regalar un libro hoy, mañana y siempre, es asunto que tiene que ver con la estimación que le tenemos a un ser humano. Es ponderarlo más allá de lo que puede ser y que es una de las maneras más creativas de considerar a los que nos rodean: como son, pero mejor como pueden llegar a ser. Y los libros son personas, no sólo son páginas, cubiertas, tintas, palabras…Los libros son seres donde están las virtudes más hermosas de aquellos que se preocuparon por la evolución social, por el desarrollo de las facultades a que cada individuo merece acceder. Aquel que desdeña los libros se desdeña a sí mismo, se pierde la oportunidad de conocerse y en consecuencia a los que les rodean, es decir, será menor persona, menor profesionista y menor madre o padre de familia; no quiero decir que como humano valga menos, sino que en su calidad de vida, tendrá menos que ofrecer a su tiempo social. Estar con un libro en casa, en una cafetería, incluso en un antro, es dialogar con una persona altamente interesante, y no nada más de la página hacia nuestros sentidos, sino que podemos discutirle lo que piensa y siente para enriquecer, por lo menos se intenta, nuestro discurso intelectual, sensible y hasta creativo. Los libros, hasta este momento, son la única vía que tenemos para acceder al conocimiento de manera más integral; pero pareciera que en nuestro entorno no nos gusta aprender; por lo menos eso dicen los bajos índices de lectura según las constantes estadísticas que a nivel mundial se llevan a efecto. No importa eso ya. Lo que sigue siendo relevante es que comprendamos que un libro es una necesidad como el alimento, el vestido, la diversión, etc., es decir que, no es un objeto de lujo, sino el medio a través del cual nos hacemos más personas. Entonces: ¿Cuál es el daño que le hacemos a alguien que le regalamos un libro?: Ofrecerle la oportunidad de que amplíe su panorama universal. Si alguien se molesta por eso…
HÉCTOR ESQUER.