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EL CAMELLO COJITO

El camello se pinchó
con un cardo del camino
y el mecánico Melchor
le dio vino.

Baltasar
fue a repostar
más allá del quinto pino...
e intranquilo el gran Melchor
consultaba su "Longinos."

-¡No llegamos,
no llegamos,
y el Santo Parto ha venido!

-son las doce y tres minutos
y tres reyes se han perdido-.

El camello cojeando
más medio muerto que vivo
va espeluchando su felpa
entre los troncos de olivos.

Acercándose a Gaspar,
Melchor le dijo al oído:
-Vaya birria de camello
que en Oriente te han vendido.

 

A la entrada de Belén
al camello le dio hipo.
¡Ay qué tristeza tan grande
en su belfo y en su tipo!

Se iba cayendo la mirra
a lo largo del camino,
Baltasar lleva los cofres,
Melchor empujaba al bicho.

Y a las tantas ya del alba
-ya cantaban los pajarillos-
los tres reyes se quedaron
boquiabiertos e indecisos,
oyendo hablar como a un Hombre
a un niño recién nacido.
-No quiero oro ni incienso
ni esos tesoros tan fríos,
quiero al camello, le quiero.
Le quiero, -repitió el Niño.

A pie vuelven los tres reyes
cabizbajos y afligidos.

Mientras el camello echado
le hace cosquillas al niño.

Gloria Fuertes

 

NOCHEBUENA


Pastores y pastoras,
abierto está el edén.
¿No oís voces sonoras?
Jesús nació en Belén.

La luz del cielo baja,
el Cristo nació ya,
y en un nido de paja
cual pajarillo está.

El niño está friolento.
¡Oh noble buey,
arropa con tu aliento
al Niño Rey!

Los cantos y los vuelos
invaden la extensión,
y están de fiesta cielos
y tierra... y corazón.

Resuenan voces puras
que cantan en tropel:
¡Hosanna en las alturas
al Justo de Israel!

¡Pastores, en bandada
venid, venid,
a ver la anunciada
Flor de David!...

 

 

VILLANCICO DE LAS MANOS VACÍAS

Yo tenía tanta rosa de alegría,
tanto lirio de pasión,
que entre mano y corazón
el Niño no me cabía...

Dejé la rosa primero.
Con una mano vacía
- noche clara y alba fría -
me eché a andar por el sendero.


Dejé los lirios después.
Libre de mentiras bellas,
me eché a andar tras las estrellas
con sangre y nieve en los pies.

Y sin aquella alegría,
pero con otra ilusión,
llena la mano y vacía,
cómo Jesús me cabía
- ¡y cómo me sonreía! -
entre mano y corazón

 

José María Pemán

LA PIÑATA DE LOS ÁNGELES

 

Que se rompa la nuez y se rompa la esfera,
que se rompió el anuncio, la realidad empieza.

Empieza un nuevo día y un nuevo testamento,
que se rompa la nube y llueva su misterio.

Que se rompa el buñuelo en los labios del Niño,
que el pandero se rompa y que se rompa el frío.

Todo en este minuto un cambio se realiza,
todo menos el vientre virginal de María.

Que los ángeles niños rompan ya la piñata,
la que compró Miguel en el puesto, tan cara.

Que se suban al techo a colgarla en la reata,
que venden los ojillos con oscura mascada

y que preste José, por un rato, su vara;
que les den dos, tres vueltas cerca de la piñata

y en un golpe de gritos brinque ya su descarga
de confeti y almendra, de limón y naranja.

Que se rompa la nuez, que se rompa la esfera,
que se rompió el anuncio, la Navidad empieza.

Joaquín A. Peñalosa

 

BELEN IMPERFECTO

Nunca llegan al portal
las figuras de Belén.

Los pastores se han quedado
sin las piernas por correr.

No encuentran los Reyes Magos
la estrellita de papel.

Los camellos en el musgo
ya no se pueden mover.

El río de plata sigue
desembocando al revés.

La lavandera del lago
nunca acaba de tender.

Herodes hoy ha encendido
las mismas luces de ayer.

En las montañas la nieve
no se puede deshacer.

La Virgen está esperando
y esperando San José

La comadrona no llega
y ya empieza a anochecer.

El pastor tampoco viene
con la hierba para el buey.

Los hombres no llegan nunca
a la cueva de Belén.

 

La Virgen está esperando
y el Niño Jesús también.

Víctor Manuel Arbeloa

 

LAS PAJAS DEL PESEBRE

Las pajas del pesebre
niño de Belén
hoy son flores y rosas,
mañana serán hiel.
Lloráis entre pajas,
del frío que tenéis,
hermoso niño mío,
y del calor también.
Dormid, Cordero Santo;
mi vida, no lloréis;
que si os escucha el lobo,
vendrá por vos, mi bien.
Dormid entre pajas
que, aunque frías las veis,
hoy son flores y rosas,
mañana serán hiel.
Las que para abrigaros
tan blandas hoy se ven,
serán mañana espinas
en corona cruel.
Mas, no quiero deciros,
aunque vos lo sabéis,
palabras de pesar
en días de placer;
que aunque tan grandes deudas
en pajas las cobréis,
hoy son flores y rosas,
mañana serán hiel.
Dejad en tierno llanto,
divino Emmanuel;
que perlas entre pajas
se pierden sin por qué.
No piense vuestra Madre
que ya Jerusalén
presiente sus dolores
y llora con José;
que aunque pajas no sean
corona para rey,
hoy son flores y rosas,
mañana serán hiel.

Lope de Vega

 

RESPLANDOR DEL SER

Para la adoración no traje oro.
(Aquí muestro mis manos despojadas)

Para la adoración no traje mirra.
(¿Quién cargaría tanta ciencia amarga?)

Para la adoración traje un grano de incienso:
mi corazón ardiendo en alabanzas

Rosario Castellanos

 

JESÚS EL DULCE VIENE

Jesús, el dulce, viene...
Las noches huelen a romero...
¡Oh, qué pureza tiene
la luna en el sendero!

Palacios, catedrales,
tienden la luz de sus cristales
insomnes en la sombra dura y fría...
Mas la celeste melodía
suena fuera...
Celeste primavera
que la nieve, al pasar, blanda, deshace,
y deja atrás eterna calma...

¡Señor del cielo, nace
esta vez en mi alma!

Juan Ramón Jiménez

 

YO VENGO DE VER

Yo vengo de ver, Antón,
un niño en pobrezas tales,
que le di para pañales
las telas del corazón.

Lope de Vega

PUES ANDÁIS EN LAS PALMAS

Pues andáis en las palmas,
Ángeles santos,
Que se duerme mi Niño,
Tened los ramos,
Palmas de Belén
Que mueven, airados,
Los furiosos vientos
Que suenan tanto,
No le hagáis ruido,
Corred más paso;
Que se duerme mi Niño,
Tened los ramos,
El Niño divino,
Que está cansado
De llorar en la tierra
Por su descanso,
Sosegar quiere un poco
Del tierno llanto;
Que se duerme mi Niño,
Tened los ramos,
Rigurosos hielos
Le están cercando;
Ya veis que no tengo
Con qué guardarlo;
Ángeles divinos,
Que vais volando,
Que se duerme mi Niño,
Tened los ramos.

Lope de Vega

 

NANA DE LA VÍRGEN MARÍA

Duérmete, Niño amante
luz de mi sueño.
Duérmete sin cuidados
que yo te velo

Cuando caiga la noche
sobre el silencio,
se hará cojín de espumas
mi blanco pecho.

Cuando frías estrellas
nieven del cielo
será para tu carne
pañal mi beso.

Cuando sepan pastores...
Cuando el misterio...
¡Duérmete, Niño amante,
luz de mi sueño!

¿Por qué tienes los ojos
limpios y abiertos?...
Ya más no puedo darte...
Duerme, lucero.
Duérmete. Mira:
hosannas
dicen los vientos...
(Despacio...
Callad
Despacio,
que está durmiendo...)

Claudio Rodríguez

 

MARÍA MADRE

La Virgen,
sonríe muy bella.
¡Ya brotó el Rosal,
que bajó a la tierra
para perfumar!

La Virgen María
canta nanas ya.
Y canta a una estrella
que supo bajar
a Belén volando
como un pastor más.

Tres Reyes llegaron,
cesa de nevar.
¡La luna le ha visto,
cesa de llorar!
Su llanto de nieve
cuajó en el pinar.

Mil ángeles cantan
canción de cristal
que un Clavel nació
de un suave Rosal.

Gloria Fuertes

 

BALADILLA DEL POSADERO DE BELÉN

Tan cerca como le tuve
y dejé que se me fuera.
Malhaya la posadera.

Y eso que les vi la luz
nimbando sus sienes, pero...
Malahaya sea el posadero.

Malhaya la posadera
que me dijera que no
abriera. Malhaya yo.

Malhaya yo que les vi
la luz y no les retuve.
Tan cerca como le tuve.

Y ahora tan lejos, temblando
sobre el heno y la retama.
Malhaya mi blanda cama.

Carlos Murciano

 

SONETO DEL DULCE NOMBRE

 

Si el mar que por el mundo se derrama
tuviera tanto amor como agua fría,
se llamaría, por amor, María
y no tan sólo mar, como se llama.

Si la llama que el viento desparrama,
por amor se quemara noche y día,
esta llama de amor se llamaría
María, simplemente en vez de llama.

Pero ni el mar de amor inundaría
con sus aguas eternas otra cosa
que los ojos del ser que sufre y ama,

ni la llama de amor abrasaría,
con su energía misericordiosa,
sino el alma que llora cuando llama.

 

Francisco Luis Bernárdez

VILLANCICO DEL RIFADOR

¿Cuánto me dan por la estrella y la luna?
¿Cuánto me dan por el Niño y la cuna?

Este es un Niño sin padre ni abuelo,
este es un Niño nevado del cielo.

¿Cuánto me dan, que lo vendo barato,
cuánto me dan, que lo doy sin contrato?

Este es el Niño que mamaba ahora.
Ríe despierto y en durmiendo llora.

Casi de balde la flor del mercado.
¿Cuánto me dan, que lo doy regalado?

Este es el Niño verano en invierno.
Este es el Niño que aniña lo eterno.

¿Cuánto me dan, que lo doy sin subasta?
¿Cuánto me dan por la fruta en canasta?

Este es el Niño que viene a dar guerra,
viene a dar paz por amor de la tierra.

¿Cuánto me dan? Por moneda no quede.
Una lágrima sola que tiemble y que ruede.

 

Este es el Niño de la rifa loca
que todos le juegan y a todos les toca.

¿Cuánto me dan por la buena fortuna?
¿Cuánto me dan por el Niño y la luna?

Gerardo Diego

VILLANCICO DEL LLANTO REDENTOR

En el profundo silencio,
en la inmensa oscuridad,
un niño recién nacido
llora con voz celestial,
para anunciar a los vientos
a las estrellas y al mar
que viene a pagar la deuda
contraída por Adán.

Llora el niño y con su llanto
pagando la deuda irá.

Tan desmesurada es ella,
tan fuera de lo normal,
que sólo un Ser Infinito
la podría solventar;
un ser como el ser que acaba
de nacer en Navidad
para devolver al mundo
la vida y la libertad.

Llora el niño y con su llanto
la deuda pagando va.

Considerando el exceso
de nuestra necesidad,
Dios baja de su poder
a nuestra debilidad,
y con su llanto comienza
la tarea de pagar
por quienes no lo quisimos
reconocer ni escuchar.

 

Llora el niño y con su llanto
saldando la deuda está.

La sangre que por nosotros
en Pascua derramará
se anticipa en este llanto
que oímos en Navidad:
llanto que brota en el tiempo
para que la humanidad
merezca ser algún día
feliz en la eternidad.

Llora el niño y con su llanto
la deuda cancelará.

Francisco Luis Bernárdez

EL BURRITO PIDE LA POSADA

 

Si pudiera hablar mi lengua, si fuera tan orgulloso,
yo que apenas un burrito, perdido en la milpa, solo…

Hoy me han cargado una carga con un rosal y una rosa:
nunca tuviera mi lomo menos peso y más aroma.

Adelante iba José arreando yuntas de sombras,
atrás ángeles-espejos anticipaban la aurora.

Y arriba sobre mi espalda, luz de luz, rosa de rosa,
Dios escondido en la Virgen, hostia dentro en su custodia.

En la procesión nocturna mis patas eran las andas;
candeleros los maizales y el palio las nubes blancas.

Mi aliento era el incensario; mi hocico carbón en brasa.
Soy su servidor el burro que anduvo nueve jornadas.

Al filo de nieve y luna vengo pidiendo posada,
¿quién me renta una parcela para una Rosa en su Rama?

Joaquín A. Peñalosa

CANCIÓN DE NAVIDAD

La Virgen María
penaba y sufría.
Jesús no quería
dejarse acostar
- ¿No quieres?
- No quiero.

Cantaba un jilguero
sabía a romero
y a luna el cantar.
La Virgen María
probó si podía
del son que venía
la gracia copiar.

María cantaba,
Jesús la escuchaba
José que aserraba,
dejó de aserrar.

La Virgen María
cantaba y reía,
Jesús se dormía
de oírla cantar.

Tan bien se ha dormido
que el día ha venido,
inútil ha sido gritarle y llamar.

Y, entrando ya el día,
como él aún dormía,
para despertarle
¡la Virgen María
tuvo que llorar!

Eduardo Marquina

ÁRBOL DE NAVIDAD

Árbol luminoso
de la Navidad,
tu cimera verde
nos dé claridad
y alegría y triunfo
en la tempestad:
Árbol luminoso
de la Navidad.


Eres, árbol claro,
un amanecer:
tu sombra es la fuente
que apaga la sed
y nos hace buenos
hasta sin querer:
Eres, árbol claro,
un amanecer.

Por ti es bello el mundo
y dulce el vivir,
árbol inefable
que no tiene fin,
alta y luminosa
torre de marfil:
Por ti es bello el mundo y dulce el vivir.

Nació en un pesebre
el Dios del Amor,
hombre, por nosotros
conoció el dolor,
y alumbró la vida
con su resplandor:
Nació en un pesebre
el Dios del Amor.

Desde ti sonríe
el Niño de Luz,
besa nuestras almas
su mirada azul
y nos hace puros
amando, Jesús:

 

Desde ti sonríe
el Niño de Luz.

Roberto Meza Fuentes

 

EDITOR: MARIO O. DÌAZ DE LEÒN JASSO

TEXTOS:HÈCTOR ESQUER QUIÑONEZ

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