TEXTOS:HECTOR ESQUER QUIÑONEZ
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TEXTOS:HECTOR ESQUER QUIÑONEZ
TEXTOS:HECTOR ESQUER QUIÑONEZ
TEXTOS:HECTOR ESQUER QUIÑONEZ
TEXTOS:HECTOR ESQUER QUIÑONEZ
NAVIDAD Y MERCADOTECNIA (REFLEXIONES Y LECTURA DE POEMAS)
El Jueves 04 de diciembre (12:00 y 17:00 horas), dentro de los Jueves de Conciencia Bibliotecaria, que pone a consideración del respetable, la Biblioteca “Primo Feliciano Velázquez”, se presenta la temática Navidad y Mercadotecnia, que podríamos considerar un lazo terrenal indisoluble, puesto que la tradición (generosa) de obsequiar presentes, es ya muy arraigada en nuestra cultura, y sobre todo para los pequeñines que, en esta época les crece el sueño de saberse halagados con diversos juguetes, y en el caso de los adultos regalos más sofisticados.
Es obvio que no es censurable hacer regalos en esta temporada en que los ánimos más nobles se ven incrementados por el nacimiento de Jesucristo, a la par de los Reyes Magos y por Papá Noel o Santo Claus, como lo conocemos. El problema es que el regalo se quede sólo en el objeto, y no como una manera de cambio emocional y espiritual en quien regala y en quien recibe. Si uno le da a alguien un abrazo como regalo, esa persona se siente incompleta, cuando un abrazo Honesto y lleno de Amor debe tener más valor que un coche, una casa, una computadora y cualesquier otra excentricidad con que solemos halagar a los que amamos.
Dice alguien por ahí que dar no es lo importante, sino la forma afectiva en que damos. Si regalamos por vanidad, por quedar bien, por cumplir con ciertos intereses, antes que con el amor (ya no digamos Amor), la generosidad y la espiritualidad se vuelven limitadas. Antes que regalar cosas materiales, regale afecto, dicen también por ahí, pero a muy pocos satisface esa intención. Por una parte, regalar está bien, ya que es una tradición, y las tradiciones fortalecen la identidad histórica de un pueblo. Pero sobre todas las cosas lo más excelso es regalar un obsequio espiritual, psicológico, neuroquímico afectuoso siempre, siempre, siempre y durante todos los días y todos los años…Me explico: ¿qué sentido tiene regalarle cualquier cosa a la esposa, si después de estos días, o lo peor, en este mismo día la humillamos, la vejamos y hasta la golpeamos? ¿Qué sentido tiene ese regalo si regalar no nos vuelve mejores seres humanos, y después de la tradición volvemos a nuestros defectos?
¿Lo anterior quiere decir que no debemos regalar? Por supuesto que sí debemos, pero el mejor obsequio hacia los demás es cambiar las partes ciegas de nuestra forma de ser. ¿Qué caso tiene regalarle un juguete a nuestro hijo si después lo insultamos y hasta lo golpeamos?
Es bien sabido que muchas, por no decir que muchísimas familias, se reúnen este día para darse con todo, como suelen decir por ahí: rencores, borracheras, egoísmos, pleitos…Etc. La magia de este momento se vuelve nota roja y eso no es lo que quiere el Niño Dios, eso no es lo que deseamos, pues ya tenemos muchos problemas y echarle más ácido al veneno nos vuelve insoportables.
Hay que regalarnos primero a nosotros mismos la oportunidad de crecer de manera evolutiva y superar los defectos de carácter, las emociones deformadas, los instintos perturbados, entre muchas otras actitudes, y entonces le estaremos regalando a los demás lo más hermoso de nosotros mismos: Buena Voluntad. Y después, sólo después, regálele a quienes ama lo que cada quien pueda según su circunstancia material.
HÉCTOR ESQUER