DÍA DEL AMOR Y LA AMISTAD

 

De entre las muchas opciones que existen para establecer relaciones afectivas con los que nos rodean, están las mascotas, personas, objetos que nos han obsequiado, parajes naturales y urbanos, así como a las personas amadas: amigas, novias, amantes, esposas, o todo en un misma mujer u hombre, lo que, de ser posible, resultaría un milagro. No pidamos tanto. Basta la frase de Jesús: Amad a los demás como se aman a sí mismos. Esperemos que el amor sea abundante y desinteresado en cada segundo de existencia, y no sólo el 14 DE FEBRERO día en que San Valentín, Patrono de los Enamorados, fuese muerto por tortura y encarcelamiento, allá por el año 270 después de Cristo, por defender, a ultranza, que los enamorados debían de casarse y ejercer los derechos que son consecuencia de la atracción carnal. Pero el emperador Claudio II, consideraba que los jóvenes, si permanecían solteros tendrían mejor libertad para ser buenos soldados sin las ataduras que implican los deberes y sentimientos de ser esposos. Según él, eso los volvía “débiles” para la guerra. Desde entonces este buen sacerdote se convirtió en el Santo Patrono del Día del Amor y la Amistad en todas las naciones e incluso entre diversos pueblos, por casar a los jóvenes que se amaban y querían fundar familia.

Los hombres, cada vez más comprometidos con las conveniencias materiales, estamos lejos de esa máxima que pulula en nuestro ambiente, sobre todo en los últimos años: “Regale afecto, no lo compre”. Promoción desafortunada si convenimos en que las estrategias de la mercadotecnia crean la necesidad, en las inmensas mayorías, de que un abrazo, un beso, una caricia que no se acompaña de algo material, deja cierta vacío. Es verdad, no lo niego, que un regalo como lo suelen ser las joyas, los perfumes, los globos, los chocolates y los osos de peluche, son relevantes puesto que estamos conformados de espíritu y materia, pero no puede ser más importante lo perecedero que los actos honestos de expresar en palabras de amor, cariño y perdón que vaya cargado de la reflexión y de sentimientos leales de que hemos cambiado actitudes egoístas, por el verdadero afecto.

Es decir que este día es el que con más ánimo y valentía, los machos deben decidirse a cambiar actos que lastiman a la esposa, a los hijos, a la novia, con golpes y palabras injuriosas, pues si no dejamos el orgullo, la soberbia y la vanidad, no tiene ningún sentido regalar objetos que carecen de lo más elemental y que es el AMOR en su sentido más puro: el AMOR CRISTIANO, el AMOR FRATERNAL Y SOLIDARIO, el AMOR más allá del amor polvo y del amor que suena a interés, por el amor científico que nos permite la inteligencia, que también es una forma de amar.

El DÍA DEL AMOR Y LA AMISTAD está consagrado, fundamentalmente, para uno mismo porque y, como decía el gran Jesús: De la abundancia del corazón habla la boca. Yo agrego que también hablan los actos.

Por cierto, en este DÍA del AMOR y la AMISTAD podría tomarse el atrevimiento de regalar un libro, tal vez… ¡algún día se lo agradezcan…!

HÉCTOR ESQUER